Se consideran bienes inmuebles aquellos que por sus características físicas no permiten ser movidos sin ser dañados. A la hora de realizar una tasación inmobiliaria, podemos encontrarnos con varios tipos de bienes inmobiliarios y agrupados en diferentes grupos.
Residencial, comercial, oficinas, industrial y aquellos que están ligados a alguna actividad económica.
Los más comunes en cuanto a su valoración se refiere son las viviendas residenciales. Ya sean pisos, chalets unifamiliares o adosados, son los que más están sujetos a tasación por el simple movimiento del mercado inmobiliario.
A partir de ahí, sabemos son considerados inmuebles aquellos como locales, grandes supeficies, naves industriales, fábricas, terrenos rústicos, urbanos, trasteros o garajes.