Cuando podemos asegurar que el sofá presenta los desperfectos analizados, no queda otra al vendedor que indemnizar o llegar a un acuerdo con el consumidor y comprador del producto.
En ocasiones, se llega a un acuerdo verbal entre las partes. Si son daños reparables, el comercio repara los daños o reemplaza el elemento defectuoso, evitando así mas reclamaciones y situaciones de conflicto con el comprador.
Cuando los daños no son reparables o de imposible sustitución, el vendedor está obligado a devolver el dinero o realizar un descuento acorde a los desperfectos. En este último caso, el cliente debe estar de acuerdo con esa opción.